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El presente número de la revista Aportes dedica una especial atención al estudio de las corrientes ideológicas dominantes en la historiografía española. El estudio de González Cuevas sobre el papel y la influencia de Manuel Tuñón de Lara en las distintas generaciones de historiadores españoles es buena prueba de ello. De forma temáticamente conexa, aunque independiente del anterior, el artículo de Manuel Morán Ortí nos lleva a preguntarnos acerca de las fuentes en las que beben los decisores políticos a la hora de definir su pensamiento y, por ende, la orientación fundamental de sus decisiones. En este sentido, el estudio sobre la biblioteca de Javier de Burgos abre una línea de investigación novedosa y prometedora.
El resto de artículos que componen este volumen, de temática variada, se ordenan cronológicamente comenzando por la obra de José Enrique Anguita Osuna centrada en la Ley de Beneficencia de 1849, que marcó los inicios de la política social del régimen liberal. Por su parte, Enrique de Miguel Fernández- Carranza y Federico Martínez Roda son los autores de un estudio sobre la guerra de Cuba que hace un exhaustivo recuento del proceso de retorno de los combatientes españoles a la Península, lo que permite matizar y precisar un tema abierto hasta ahora a la controversia.
Situados en la historia del siglo XX, el número se completa con un inteligente estudio de David Manuel Calvo Prat sobre el movimiento libertario de Los Solidarios y sobre la acción de su más destacado actor, Francisco Ascaso, enmarcándolo en ese ambiente de violencia política típico de la España de las tres primeras décadas del siglo. Avanzando hasta el último cuarto del siglo pasado, los profesores Jesús María Martínez Milán y Vicente Antonio López Pascual dedican su atención a un partido que ellos mismos califican, con acierto, como un gran desconocido: el Partido Universitario Independiente. Un partido de centro derecha nacido en medio de una pléyade de partidos de izquierda y extrema izquierda, por lo que efectivamente no puede calificarse más que como una rara avis dentro del movimiento estudiantil de los años finales del franquismo y de inicio de la Transición. Este recorrido cronológico finaliza en el siglo XXI con la aportación de la profesora polaca Joanna Rak, que propone una aguda interpretación de uno de los acontecimientos más mediáticos de la historia actual de España, pero que precisa de estudios científicos que permitan su mejor comprensión. El movimiento de los indignados no fue original de España, pero aquí alimentó una corriente ideológica que acabó cristalizando en un partido político de, en su momento, alta presencia parlamentaria.
